Primavera, no te odio.

Es simple. El cambio de estaciones no me emociona ni me desanima. Tampoco tengo una estación predilecta . El tiempo es mejor o peor de acuerdo a lo que pasa en él y por eso una estación no puede condicionar un estado de ánimo. Ahora bien, debo reconocer algo: El barrio en donde vivo es muy lindo. (O al menos lo es para mí). Tiene sus personajes,sus lindas casas, amplias arboledas y demás. Abundan los jazmines que carecen de signos vitales en el otoño y en el invierno y uno ni los nota. Lo bueno de ellos es que se dieron el lujo de perfumar cada vereda. Ahora no sólo es placentero caminar con una linda vista sino que también se enorgullece nuestra naricita al inhalar tal especial aroma. Es un perfume agradable y fresco(creo que nadie lo odia rotundamente); Lo que es mejor es que contrarresta la horrible sensación de convivir -por varios meses- con el humo que viene cada vez que a algún retorcido se le ocurre quemar hojas.